¿Tienes algo para los zapatos? No cabe duda que el calzado es una excelente tarjeta de presentación y completa cualquier outfit. Precisamente por eso es fundamental cuidarlos: aquí te damos algunos consejos para limpiarlos de forma eficaz y conservar mejor estos preciados aliados de tu mirada.
Limpieza: el producto adecuado para cada material
Los materiales como el cuero, la pintura, la tela y el caucho tienen características diferentes y requieren productos diferentes para su limpieza. Los zapatos de piel prefieren el clásico betún en crema de acción nutritiva que conviene extender y dejar actuar unos minutos. No olvides frotar enérgicamente con un paño de lana. Para la gamuza, utilice los cepillos especiales, prácticos y rápidos de usar. El barniz no es demasiado exigente: un paño húmedo será suficiente para devolver el brillo a la parte superior. El calzado textil se puede limpiar con una esponja empapada en agua y jabón de Marsella. Las zapatillas, salvo indicación contraria del fabricante, toleran el lavado en lavadora, siempre que se tenga la previsión de utilizar un detergente líquido y seleccionar un programa para ropa delicada a no más de 30 grados.
¡Al aire libre!
Los zapatos deben almacenarse en un lugar fresco y seco. Un zapatero es el mueble más adecuado para su almacenaje. Para evitar que el polvo los estropee, el hogar de tus zapatos podría convertirse en una caja: ¡elige los tonos que prefieras y pon una etiqueta en la funda para identificar en un abrir y cerrar de ojos el zapato con el que empezar el día!
Los remedios de la abuela
Los remedios de la abuela siempre son efectivos, nunca pasan de moda y son muy sencillos de hacer además de baratos. Para perfumar y eliminar la humedad de los zapatos basta con llenar bolsitas con bicarbonato y para que el zapato conserve su forma colocando un poco de periódico en su interior.
También te puede interesar: