Puedes conseguir sabores fantásticos en casa utilizando una freidora, pero es importante limpiarla con regularidad para evitar que llegue a estar muy sucia.
Sigue leyendo para saber cómo limpiar correctamente tu freidora según los expertos.
Cómo Limpiar una Freidora No Desmontable Por Dentro (Paso a Paso)
Paso 1:
La solución para limpiar una freidora empieza por desenchufarla y envolver el cable de alimentación con un paño seco para protegerlo de la suciedad y el agua que pueda derramarse durante el proceso de limpieza. Si hay aceite en la freidora, deja que se enfríe.
Paso 2:
Tienes que quitar el aceite antes de limpiarla. (Puedes reutilizarlo la próxima vez echándolo de nuevo después).
La limpieza del aceite de una freidora empieza por colar el aceite enfriado en un recipiente apto para alimentos con tapa sellada. Guárdalo en un lugar fresco y anota cuántas veces has reutilizado el aceite; cada vez que lo usas, se deteriora más y más. Si tu aceite tiene un aspecto turbio, huele a rancio o tiene una capa de espuma en la superficie, es hora de deshacerse de él. El aceite degradado también tiene un color más oscuro que el aceite fresco.
Paso 3:
Tira los restos de comida o las migas que queden atrapadas por dentro en el colador. Empapa el cesto del colador con agua tibia y jabón.
A continuación, si la freidora está muy sucia por dentro, rasca todos los restos posibles del interior, prestando especial atención a las esquinas. Si es necesario, utiliza una servilleta de cocina para eliminar el aceite en las esquinas.
Si los restos de comida no se eliminan adecuadamente, pueden contaminar el aceite nuevo, haciendo que se deteriore más rápidamente, y también afectar al sabor de los alimentos fritos. Recoge los restos de aceite con una capa de papel de cocina.
Paso 4:
A continuación, llena el recipiente de la freidora con agua hasta la marca de nivel máximo de aceite. Añade unas gotas de jabón líquido. Enciende la freidora para calentar el agua hasta la temperatura de ebullición. Luego desenchufa la freidora y espera a que se enfríe el agua. (Esto te llevará unos 30 minutos).
Vierte el agua y limpia la cubeta de la freidora. Es posible que tengas que enjuagarlo varias veces con agua tibia para limpiarlo completamente. Lávate con una solución jabonosa, y luego aclara con una solución de vinagre y agua para neutralizar cualquier residuo de jabón.
Paso 5:
Limpia las paredes exteriores de la freidora con agua y jabón para eliminar la grasa, utilizando un trapo suave para no rayar la superficie. Límpialo con trapos secos.
Si la superficie exterior de la freidora está llena de grasa, utiliza un limpiador desengrasante. Evita los limpiadores o cepillos afilados y abrasivos que puedan rayar permanentemente la superficie.
Paso 6:
Friega la cesta de la freidora y enjuágala bajo el grifo de agua caliente hasta que esté limpia. Lava los filtros de espuma con agua caliente y jabón y déjalos secar. Si los filtros no son extraíbles, no sumerjas la tapa en agua. En lugar de eso, límpialo con un trapo húmedo con un poco de líquido lavavajillas, y luego con un paño húmedo normal para eliminar todos los detergentes y aceites.
Paso 7:
Por último, limpia todos los elementos que queden por repasar. Si el filtro de aceite está obstruido, lávalo por separado con agua a alta presión, asegurándote de que la presión no sea tan fuerte como para dañar el filtro. También puedes lavar el filtro con un cepillo de cerdas suaves y agua mezclada con jabón.
*Importante:
Nunca coloques una freidora eléctrica en el fregadero o el lavavajillas, ya que la inmersión en el agua puede provocar un cortocircuito y dañar la freidora.
¿Se puede calentar agua dentro de la freidora?
Una de las principales razones por las que debes hervir tu freidora es porque puede proteger el sabor de tu comida. La comida vieja y la suciedad en la freidora pueden afectar al aceite y a la forma en que se fríen los alimentos, lo que a su vez afecta al sabor.
Hervir la freidora también ayuda a que el aceite dure más. Si no hierves la freidora, puede haber proteínas, contaminantes polares y otros materiales que pueden afectar al aceite inmediatamente después de añadirlo, lo que hace que se deteriore más rápidamente. Al hervir la freidora, te aseguras de que el aceite dure más tiempo, de modo que puedes ahorrar dinero en costes de sustitución.
Además, si adquieres el hábito de hervir la freidora con regularidad, con el tiempo podrás utilizar menos productos químicos, porque evitarás que se acumule la suciedad.